martes, 3 de febrero de 2009

Érase una vez...una rana. (Parábola de la rana hervida). 3/2/09.

Imaginen, si aún pueden, una cazuela llena de agua y en su interior nadando apaciblemente una rana. Encendemos el fuego y empezamos a calentar la cazuela con la rana. Al cabo de un ratito, el agua se encuentra ya tibia y esto a la rana le parece bastante agradable... y continúa nadando.

Empezamos a subir la temperatura hasta que el agua se calienta por encima de la temperatura que suele gustarle a la rana. Pero ella no hace nada, ni se inquieta, y además el calorcito le produce algo de cansancio y un ligero aturdimiento. A medida que la temperatura aumenta la rana está cada vez más abatida y finalmente no está en condiciones de salir de la olla y empieza a parecerle la aventura altamente molesta. Ya se encuentra sin fuerzas, así que no le queda otro remedio que aguantar, adaptarse y no poder hacer nada más.

La temperatura sigue subiendo poco a poco, sin cambios bruscos, hasta el fatídico momento en que la rana acaba hervida y muere sin haber realizado esfuerzo alguno por salir de la cazuela.

Aunque nada se lo impide, la rana se queda allí y hierve. ¿Por qué? Porque la rana en su aparato interno está preparada para detectar amenazas en relación con cambios repentinos en el medio ambiente, no para cambios lentos y graduales.

Si hubiéramos sumergido a la rana, de golpe, en una cazuela con el agua bastante caliente desde el principio, de una sola zancada ella se habría puesto a salvo, saltando fuera y habría podido seguir con su vida, de rana.

La mala o nula adaptación a las amenazas de supervivencia en un entorno altamente cambiante han hecho que muchas compañías fracasen en su gestión y como consecuencia desaparezcan. Esta situación ha sido descrita en la literatura como "la parábola de la rana hervida".

Es propio de la naturaleza humana tardar en entender todos los hechos. Pero también llega el momento de la verdad cuando desearías haber reaccionado más rápidamente. A veces necesitamos una sacudida repentina antes de ser conscientes del peligro.


¡JUNTOS PODEMOS!

¡READMISIÓN DE LOS 20 COMPAÑEROS DESPEDIDOS!
¡NO AL ERE, NO AL ETRE, NO A LA RESOLUCIÓN DEL SR. BOUZA!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

AHÍ VA OTRA FÁBULA DE RANITAS...(Jorge Bucay)

Las ranitas en la crema

Había una vez dos ranas que cayeron en un recipiente de crema.
Inmediatamente sintieron que se hundían; era imposible nadar o flotar mucho tiempo en esa masa espesa como arenas movedizas. Al principio, las dos patalearon en la crema para llegar al borde del recipiente pero era inútil, sólo conseguían chapotear en el mismo lugar y hundirse. Sintieron que cada vez era más difícil salir a la superficie a respirar.
Una de ellas dijo en voz alta:
- No puedo más. Es imposible salir de aquí, esta materia no es para nadar. Ya que voy a morir, no veo para qué prolongar este dolor. No entiendo qué sentido tiene morir agotada por un esfuerzo estéril.

Y dicho esto, dejó de patalear y se hundió con rapídez siendo literalmente tragada por el espeso líquido blanco.
La otra rana, más persistente o quizás más tozuda, se dijo:
- No hay caso! Nada se puede hacer para avanzar en esta cosa. Sin embargo ya que la muerte me llega, prefiero luchar hasta mi último aliento. No quisiera morir un segundo antes de que llegue mi hora.
Y siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar, sin avanzar un centímetro. Horas y horas!
De pronto ... de tanto patalear y agitar, agitar y patalear...la crema, se transformó en manteca.
La rana sorprendida dio un salto y patinando llegó hasta el borde del pote.
Desde allí, sólo le quedaba ir croando alegremente de regreso a casa.


SEÑORES, TOMEMOS EL EJEMPLO DE LA 2ªRANA....¡QUIÉN SABE SI TAMBIÉN SE NOS VUELVE MANTEQUILLA LA CREMA!......

Anónimo dijo...

Tenemos que seguir juntos, solo así podremos conseguir algo, tengamos ahora mas que nunca fe en nuestra union,animo comite seguimos a vuestro lado

Anónimo dijo...

Ánimo, comité hasta que las ranas críen pelo.
Compañeros, el viernes a la concentración.
¡JUNTOS PODEMOS!